28.10.06

Refranes mentirosos, de Jaime Bayly

"Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer". Mentira. A veces hay dos mujeres. A veces hay otro hombre. A veces no hay nadie. Además, es machismo puro: ¿por qué la mujer tiene que estar detrás y no al lado?

"A quien madruga, Dios lo ayuda". No siempre. Muchos han salvado la vida porque no madrugaron y se quedaron dormidos. Por ejemplo, el 11 de septiembre de 2001 en Boston y Nueva York. Madrugar es una cosa atroz, cualquiera lo sabe.

"Mente sana en cuerpo sano". Bueno, hay excepciones. No pocos deportistas exitosos suelen tener serias taras mentales. Es larga la lista de futbolistas más o menos virtuosos que son, al mismo tiempo, mentalmente insanos o casi. Yo mismo voy al gimnasio todos los días y estoy mal de la cabeza.

"La ociosidad es la madre de todos los vicios". Tengo mis dudas. Casi todos los grandes creadores son grandes ociosos que detestan el trabajo duro y aman el ocio creativo. Por eso, sería más justo decir que la ociosidad es la madre del arte, salvo que el arte se considere una forma de vicio.

"Quien mucho abarca, poco aprieta". Dudoso. Las personas obesas mucho abarcan y mucho aprietan. Las grandes corporaciones mucho abarcan y mucho aprietan. El Estado mucho abarca y mucho aprieta.

"A mal tiempo, buena cara". Absurdo. Los músculos de la cara se atrofian tanto con el frío que es imposible sonreír o fingir una sonrisa en una tormenta de nieve. Además, ¿por qué deberíamos alegrarnos o simular alegrarnos cuando las circunstancias nos son adversas? Este refrán parece inspirarse en la perversa noción religiosa de que debemos exaltar el sufrimiento como una virtud y alegrarnos estoicamente ante la adversidad y la desdicha.

"En casa de herrero, cuchillo de palo". En verdad, nunca he visto un cuchillo de palo. He visto palitos chinos, he visto cuchillos de plástico en los aviones, he visto incluso cucharones de palo, pero nunca he visto un cuchillo de palo y no conozco a nadie que tenga uno. Si existe el refrán, deben existir los cuchillos de palo, pero ¿con qué oscuro propósito alguien tendría uno? ¿No sería un utensilio bastante inútil? ¿No sería como tener un condón de lija?

"A falta de pan, buenas son tortas". Discutible. Las tortas suelen ser mucho más ricas que los panes, al menos para mí. Tendría más sentido si dijese: "A falta de tortas, buenos son panes".

"Por la boca muere el pez". No siempre. Muchos mueren porque se los come un pez más grande. Pero supongo que el refrán pretende convencernos de que es mejor hablar poco o nada, y eso no es cierto. Los políticos que hablan mucho y bien conquistan el poder. Los curas que hablan mucho y bien convencen a los incautos. Los comediantes que hablan mucho y bien ganan fortunas. Los cantantes que cantan mucho y bien ganan fortunas. Los animadores de televisión que hablan mucho y bien ganan fortunas. Saber hablar o cantar con gracia es una habilidad que suele ser muy bien recompensada en estos tiempos.

"A palabras necias, oídos sordos". Esto será para los beatos y los santurrones, no para la gente normal. No es tan fácil ignorar una necedad o perdonar un agravio. No hay que dejar de oír las necedades: hay que oírlas bien y recordar al necio que nos las dijo para alejarnos de él y no darle ocasión de volvernos a agredir con sus sandeces. Por lo demás, el refrán parece discriminar a los sordos. Pues, si los sordos leen palabras necias, ¿cómo deberían aplicar este refrán?

"Nadie diga: de esta agua no he de beber". ¿Nadie? ¿Nunca? ¿Ni siquiera si es agua pestilente, fétida, hedionda? A veces es bueno decir que de esa agua mala no beberemos más. Si un alcohólico dice que no beberá más, hace bien, lo mismo que si un fumador dice que no fumará más o un cocainómano dice que no aspirará una línea más: hay que decirlo para intentar conseguirlo.

"Ojos que no ven, corazón que no siente". Esta es una insidia contra los ciegos, los tuertos e incluso los miopes. Los que no ven, ¿no sienten? ¿Los ciegos son insensibles? Borges, que era ciego, ¿no sentía? ¿No será lo contrario: que el corazón siente aún más cuando no pueden ver los ojos? Por lo demás, cualquier celoso (bienvenido al club) sabe que a veces se sufre más por lo que no se ve (pero se imagina) que por lo que realmente se ve.

"Perro que ladra, no muerde". Falso. Me consta que hay perros que ladran y muerden. Puedo enseñar la cicatriz.

"A buen entendedor, pocas palabras". ¿Y por qué entonces la Biblia tiene tantas páginas? ¿Y por qué El Quijote es tan excesivamente largo? ¿Y por qué el sermón de las tres horas dura tres condenadas horas?
"Genio y figura, hasta la sepultura". Genio, tal vez; pero figura, bien difícil, porque con los años uno engorda y se encoge y la figura inexorablemente se echa a perder.

"A caballo regalado, no se le mira el diente". Imposible de cumplir. Cuando me dan un regalo, lo primero que hago es ver si ya lo tengo, si me conviene, si me quedará bien, si no será mejor cambiarlo por otra cosa.

"En boca cerrada no entran moscas". Esto es fascismo puro. La gente debe expresarse, no estar callada.
Además, nunca he visto a alguien que por estar hablando termine con una mosca en la boca. Nunca he visto que se le meta una mosca en la boca a un cantante o a un político o a un cura. De ser cierto, Fidel Castro y Hugo Chávez deberían escupir o defecar millones de moscas. Yo mismo he abierto la boca mucho más de lo aconsejable y nunca se me ha metido una mosca, a pesar de que los estudios de televisión en los que he abierto tanto la boca (y no siempre para hablar) estaban llenos de moscas y moscardones.

"Mal de muchos, consuelo de tontos". Mentira. Mal de muchos, consuelo de los más listos e inescrupulosos. El bicho humano suele celebrar la desgracia ajena y a menudo lucrar con ella.

"Contigo, pan y cebolla". Sí, claro. Esto dura sólo el primer año de romance. Después te arrojan las cebollas en la cara.

"No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Abominable apología del estrés. Si puedes hacerlo hoy pero no te apetece o te abruma, déjalo para mañana. No trates de hacer todo hoy. Ve despacio. Deja algunas cosas para mañana.

Etiquetas:

24.10.06

todos los nombres, una novela que sólo tiene un nombre



todos los nombres es una historia basada en una premisa sencilla: la búsqueda. don josé, nuestro protagonista, se obsesiona con encontrar a una mujer desconocida luego de encontrar su ficha en el archivo general, una especie de oficina que guarda en ella los nombres de todos los vivos y muertos de un pueblo cualquiera. don josé deja de ser quien es para encontrarla, más sin embargo no sabe que va a hacer cuando la encuentre. asalta una escuela, entrevista gente con una credencial falsa, e irrumpe durante las noches en el archivo general. la búsqueda de don josé sufre un inesperado avance: la mujer desconocida se suicida antes de que el pudiera encontrarla. el protagonista acude al cementerio a ver lo que ella era en esos momentos, lo único que quedaba: su tumba. el pobre hombre conoce, en los instantes de encontrar la tumba, a un pastor que gusta de cambiar las lápidas de sitio. su teoría: los suicidas no quieren ser encontrados. don josé nunca vio ni conoció a la mujer desconocida, y nunca pudo entender, al igual que los otros, que fue lo que le pasó a esta mujer que la arrojó al suicidio.

todos los nombres es una novela que muchos de mis conocidos han comenzado a leer, pero que nunca terminan por aburrida o por demasiado detalle. los entiendo. comencé a leer esta obra de saramago hace más de tres años, y la dejé de leer por razones muy parecidas. la retomé hace dos semanas, y no me ha dejado tranquilo. se me ha pegado a la piel, no me deja dormir, y cuando lo hago, sueño con fichas y mujeres sin rostro, en hombres cincuentones que escalan paredes de escuelas en la madrugada debajo de la lluvia.

esta novela es más que una simple historia. saramago nos a dejado una obra que habla claro, clarísimo, de la condición humana. constantemente estamos en la búsqueda sin entender por qué, o para qué, y siempre llegamos tarde. nunca entendemos nadie, y como si fuera poco, no tenemos conciencia de la gente a nuestro alrededor, no miramos a las mujeres desconocidas.

al terminar el libro me sentí vacío, y pensé que como don josé, no había encontrado gran cosa en mi búsqueda. al cabo de una hora empecé a llorar. me tomó tiempo el sentirme conmovido, el que me agobiara la tristeza de don josé, una tristeza concreta, y la de la mujer desconocida, una tristeza que tal vez ni saramago conoce. y me sentí increíblemente sólo, perdido en un planeta donde nadie sabría nada de mi. alguien que pasea por las calles, sin ser visto y sin ver a nadie. un fantasma que tal vez alguien busque, pero igual que la mujer desconocida, jamás lo sabré.

el libro también me habló mucho de lo tenebroso que es el misterio del otro. no sabes nada de nadie, y cuando por fin sabes algo es tan oscuro, tan complicado, que no puedes hacer otra cosa que darte por vencido y decir no se. o no quiero saber, que es peor todavía. algunos siguen buscando, entre pasillos oscuros llenos de papeles, como don josé. y espero que al igual que nuestro célebre escribiente cincuentón y derrotado, se den cuenta que la búsqueda nunca termina, y morir antes de encontrar no significa una derrota. al igual que don josé, siempre podemos inventarnos una historia, solos o con alguien. si te dejan, si te dan tiempo.

Etiquetas:

23.10.06

La noche que peleaste conmigo, de Jaime Bayly

este texto de jaime bayly apareció en el periódico correo, que se publica en perú. inevitablemente me recordó a mi mismo, saliendo con hombres que no me entienden y me pelean por todo. que los disfruten.

Cuando leímos en un periódico que los Pet Shop Boys darían un concierto en Miami, él dijo con ilusión:
-No me lo puedo perder.
Al día siguiente fuimos al teatro a comprar las entradas. En la camioneta -yo, con el aire encendido en 80 grados; él, bajando el aire de su lado hasta 70-, discutimos. Él me dijo:
-Si no quieres venir, no vengas. Yo voy solo.
-Me provoca acompañarte –respondí–. Me gustan los Pet Shop Boys. Cuando era joven, escuchaba sus canciones en Lima.
Él me miró inexplicablemente irritado y dijo:
-Contigo nunca se sabe. Nunca sé cuándo me dices la verdad y cuándo estás mintiendo.
Yo me quedé en silencio, sin argumentos para rebatir la acusación. Pensé: yo tampoco sé cuándo miento, son tantas mentiras que ya se me confunde todo.
El día del concierto amanecí fatal. Me dolía la cabeza. A duras penas podía estar en pie. Tuve que quedarme en cama. Él se enojó inexplicablemente:
-Siempre que tenemos un plan, te enfermas. Seguro que no vas a venir al recital.
Salí a comprar la comida. Discutí con una odiosa señora venezolana que criticó, impertinente, mi programa. No debí contestarle. Pero estaba enfermo y fatigado y caí en la trampa de decirle:
-No me diga que es “una crítica constructiva”, señora. Si no le gusta mi programa, no lo vea. Pero déjeme en paz. No me interesa su “crítica constructiva”. Y no sé qué es lo que construye su “crítica constructiva”.
Al volver a casa, me dio un ataque de tos. Él me miró disgustado y dijo:
-Otro enfermo más en la familia.
Dijo eso porque su hermana, con sólo veintinueve años y una hija pequeña, tiene cáncer.
Yo me quedé callado y volví a la cama. Al final de la tarde, me di una ducha y me vestí para el concierto. No podía estropear la noche. Me tomé dos coca colas y pensé, como los toreros, que Dios reparta suerte.
Llegamos puntualmente. No fue complicado encontrar parqueo. Tampoco tuvimos que hacer muchas filas para llegar a nuestros asientos en la mezanine. Enseguida fuimos al bar. Pedí dos copas de vino blanco californiano.
-¿Vas a tomar? -se sorprendió él.
-Sí -dije-. Creo que voy a emborracharme.
Hacía mucho que no tomaba. Pero estaba tenso, exhausto, maltrecho, y necesitaba escapar un poco de mi cuerpo y volver al pasado, a aquellas noches infinitas en que me agité felizmente, en compañía de unos amigos que ahora están lejos o que ya no están o que ya no son mis amigos, al ritmo de los Pet Shop Boys.
Fue un concierto memorable. Perdí la cuenta de las veces que regresé al bar por una copa más. No nos pusimos de pie, no bailamos, pero cantamos esas canciones eternas y nos miramos sonriendo y nos burlamos de algunos vecinos exaltados y sentí que todo estaba bien, que, gracias al vino californiano y a la magia de la música, había sido una noche feliz, a pesar de todo.
Entonces cometí un error: la banda se despidió, el público pidió aplaudiendo que volviera al escenario, regresaron como era previsible y, seguro de que, ahora sí, era la última canción de la noche, le dije:
-Yo voy saliendo. Te espero en la camioneta.
Él me miró irritado y dijo:
-¿No puedes quedarte hasta el final?
-No me gusta salir con todo el gentío. Prefiero salir ahora. Pero tranquilo, no te apures, yo te espero en la camioneta.
Me puse de pie y, para mi sorpresa, él salió conmigo. Bajando por las escaleras mecánicas, dijo:
-¿Quién te crees que eres, Susana Giménez? ¿No podías salir al final, como todo el mundo?
-Pero yo no te dije que salieras conmigo -me defendí-. Quédate, yo te espero afuera, no hay apuro.
Ya era tarde. Él estaba furioso:
-Tenías que malograrlo todo con tus caprichos de diva. Siempre hay algo que te molesta: el aire acondicionado, la gente, el ruido. Tenías que malograrlo todo.
Caminaba bruscamente. Yo tenía que apurarme para no perderle el paso. Le pregunté si quería comer. Dijo que no tenía hambre. Subimos a la camioneta. Seguíamos molestos. Él dijo:
-No te aguanto más. Me voy mañana a Buenos Aires. Hacía tiempo lo venía pensando.
-Nadie te obliga a quedarte. Eres libre. Haz lo que quieras.
-No puedo vivir con un tipo que está todo el día enfermo, en la cama.
-Lo siento. Pero yo no puedo fingir que no me siento mal sólo para hacerte feliz. Me sentía mal y aun así vine al concierto.
-No hubieras venido. Mejor hubiese venido solo.
-Es la última vez que voy a un concierto contigo. Siempre termino arrepentido.
-No vengas. Quédate en la cama. Pero por tus hijas sí haces cualquier cosa. Yo no quiero vivir con un hombre que tenga hijas.
-No te compares con mis hijas. Es un error. Son amores distintos.
-No te soporto más. Estás todo el día hablando de política. Te vistes todos los días con la misma ropa. No tienes amigos. No sales a ningún lado. ¿Crees que es divertido vivir contigo en ese aburrimiento mortal que es Key Biscayne?
Me quedé en silencio. Necesitaba una copa más.
Llegando a casa, cada uno se encerró en su cuarto. Pasé la noche desvelado, recordando cada momento de la pelea, cada palabra hiriente. Al día siguiente hubo gestos amables que atenuaron el daño, pero él hizo sus maletas, llamó un taxi y partió a Buenos Aires. Antes de irse, me abrazó y dijo:
-Si quieres, vuelvo en un tiempo.
Pero yo sentí que estaba mintiendo porque le daba pena verme llorar.
Cuando el auto negro se alejó, salí a comprar una botella de vino.

Etiquetas:

en otoño



levantarme temprano porque no puedo dormir, y sentirme cansado pero no tantísimo. el desayuno consiste de tostadas con mermelada de fresa y un café. vestirme con unos jeans y una camisa, una bufanda, botas y una chaqueta. caminar a la universidad mientras fumo, y se me antoja otro café en el camino. llegar al laboratorio para mirar células todo el día, con alguna sinfonía de bach de música de fondo. estar aburrido. no almorzar. tomarme otro café a eso de las tres. perderme. sentirme tonto. teniendo ganas de dejar la escuela graduada. algún seminario insignificante antes de llamar al día día. caminar a casa por el camino largo. pasar por la barra de la universidad, ver a jóvenes reír mientras se emborrachan. recordar que soy joven, por más cansado y derrotado que me sienta. pasear los perros. leer todo la noche en el café de los estudiantes graduados. preguntarme porque no me puedo sentir parte de este estilo de vida. volver a casa, y llorar en la ducha sin razón aparente. una copa de vino mientras leo mis últimas páginas. irme a dormir sabiendo que el día siguiente todo será igual, para mi desgracia.

eso es el otoño.

Etiquetas:

19.10.06

fred astaire nunca pasa de moda



este video es la secuencia original de singing in the rain, con el siempre fenómenal fred astaire. siempre que lo veo bailar, no puedo evitar sonreír y soñar con una vida de baile. sus pelis vivirán por siempre.

genial idea de volkswagen el cambiar la música. este anuncio está genial. que lo disfruten.

Etiquetas:

18.10.06

las fumadoras



tengo una gravísima noticia que anunciar: diego dejó de fumar. mi alma ha sido invadida por sentimientos de tristeza inexplicable, de añoranza por el pasado que es tan cercano como el jueves pasado. diego dejó de fumar, el final de una era. la historia de porque diego fuma, de cómo todo comenzó, se remonta al principio de nuestra historia misma.

yo fumo desde que nací. para ser más exactos, fumo desde que tengo quince años, lo cual me hace un fumador desde hace ocho años. ya fumaba cuando conocí a diego, o mejor dicho, cuando a el se le bajaron los humos y decidió hablarme. el no fumaba, era un niño bueno. pero se junto conmigo, que soy hijo de un chacal, y se dañó. en mi defensa, siempre le negué los cigarrillos o las cachás, siempre diciendo que el no fumaba, que no debía comenzar. siempre lo protegí.

fue ahí que me fui de mi país natal, en lo que sería mis primera estancia corta en la tierra de tío sam. y cuando regresé, un poco más de dos meses después, me encontré a un diego fumador. para mi sorpresa, nuestros amigos me responsabilizaron por su nuevo vicio. lo dije antes y lo diré siempre: yo no estaba en el país. no entiendo cómo puede ser mi culpa si yo no estaba aquí para alentarlo, y nunca lo hice vía telefónica o de correo electrónico. pero era mi culpa, y a estas alturas, lo sigue siendo.

diego se tomó lo de fumar bien a pecho, y en menos de tres meses ya fumaba como camionera. yo fumaba como camionera también, pero después de cinco años de experiencia. a cada rato estaba fumando, se forzaba a fumar básicamente. me resigné a esto, y de hecho, lo acepté con mucha alegría. ahora tenía un “smoking partner”, y éramos dos para defendernos de los insultos y solicitudes pusilánimes de otras personas que eran la misma siempre: deja de fumar. nos prometimos convertirnos en patty y selma: las solteronas fumadoras que viven juntas. y nos tomaríamos de la mano en el hospital cuando sufriéramos de enfisema, y moriríamos al mismo tiempo de cáncer pulmonar.

la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

ahora patty dejó de fumar por, estoy seguro que lo habían adivinado, un hombre. siempre es lo mismo, un hombre me cambia a mis chicas por siempre. y ahora volví a fumar solo, a esconderme en esquinas, a no tener plática amena en mis momentos de humo. y lo peor es que ahora la gente tiene ideas de que deje de fumar: nos dividieron y ahora quieren vencer. pero me niego. no, y repito, no voy a dejar de fumar. me niego a que la cultura gringa se me imponga y que decida el destino de mis pulmones. este es quien yo soy, y no hay más nada que discutir. diego y el resto del mundo puede dejar de fumar, los cigarrillos se pueden poner a veinte dólares la caja, y yo no dejo de fumar. al final, soy químico-voy a morir de cáncer de una forma u otra. prefiero saber que mi cáncer vino de mis cigarrillos a estarme continuamente preguntando cual de todos los químicos con que trabajo fue el responsable.

y ahora, por favor discúlpenme, que me voy a degustar mi cigarrillo usual de las nueve.

Etiquetas:

17.10.06

jaime bayly: el de antes y el de después



se dice que el material de lectura de un individuo dice mucho de quien es. siempre presto atención a la gente leyendo en cafés, en el bus, en el parque o en la soledad exquisita de la biblioteca. pienso que de una forma u otra, el título del libro que degustan dice algo de quienes son, a donde van, las experiencias que están teniendo, o mejor aún, si me he leído el libro, comienzo a imaginarme paralelos en cómo esta persona aprende de este libro, si le sacará lo mismo que yo.

recientemente me encontré repasando mi disminuida biblioteca para saber que títulos añadirle. hace un año que me mudé de país, pero mis libros se quedaron en mi país natal. cada vez que regreso me traigo algunos, pero la verdad es que no se cuántos viajes me falten para terminar la mudanza. uno de los autores que aparece continuamente en mi colección natal es jaime bayly. y aunque la verdad es que sus libros dejaron de impresionarme, o interesarme, desde hace mucho tiempo, no puedo mentir: tuvieron su impacto en un momento de mi vida.

el primer libro de bayly que leí fue no se lo digas a nadie, la historia de un chico bisexual en lima, perú. si me preguntan a mí, el chico no era bisexual, sino un gay de clóset confundido. el libro impresionó a mucha gente del mundo de la literatura, pero a mi me dejó la cabeza volada. en esos días luchaba por definirme, o por entender si era gay. su libro, lleno de personajes caóticos con mucho drama, me dio una ventana a lo que podía significar ser gay. en mi defensa, traté de releer el libro hace menos de un año, en unas vacaciones, y no pude leer más de par de páginas cuando concluí: este libro es una mierda.

otro de los libros de bayly que leí fue la noche es virgen. no recuerdo mucho de este, pero la verdad es que la historia era bastante similar a la de no se lo digas a nadie.

una de los libros de bayly que más me gustan es los amigos que perdí. esta epístola es sencilla: un peruano que se exilia en miami, y desde ahí escribe cartas a todos los amigos que dejó, por una razón u otra, olvidados en lima. en ese momento de mi vida estaba cambiando mucho, y estaba dejando mucha gente atrás. y aunque la historia seguía la misma ecuación de hombre famoso que tenía una novia y se estaba acostando con otro hombre, esta vez la historia fue mucho más personal, más emocional que simplemente sexual. bayly escribió esta historia para contar un algo de los personajes, no para denunciar o criticar la política de lima.

curiosamente, uno siempre se pregunta lo mismo cuando termina una novela de bayly: ¿será él el protagonista? no se puede evitar encontrar semejanzas entre bayly, la persona, y sus protagonistas. pero el dale que dale, no, no soy yo, yo estoy felizmente casado, mis hijas son la luz de mis ojos. y ahora resulta que hace poco aceptó que es bisexual, se divorció de la mujer, y tiene un novio a luces. la misma historia de sus protagonistas.

lo que me mantenía regresando a la obra de bayly era bayly. su persona, porque la verdad es que sus programas me parece un hombre encantador. ahora está un tanto viejo, como en la foto. ya no es el chico de pelo fino con camisa y jeans, ahora es el señor de pelo fino y mirada cansada. no se si sea por mis gustos particulares, pero lo encuentro más guapo que nunca. tiene un nuevo libro, y aunque su obra dejó de interesarme o impresionarme, me pregunto si valdrá la pena. tal vez es la historia sin terminar de todos sus protagonistas; la de un hombre que finalmente se acepta como es. y si ese es el caso, era justamente lo que faltaba para que llevara su obra, en conjunto, al próximo nivel.

les contaré cuando me lea el libro.

Etiquetas:

16.10.06

los químicos



y que conste que estoy siendo amable porque yo soy químico.

Etiquetas:

los hombres siempre, siempre los hombres



hace poco alguien me preguntó por qué era gay. ante tal pregunta no hay más que decir que se yo, esto no lo escogí yo, nací así supongo. pero después uno se queda pensando y hay cosas que empieza a notar: patrones de conducta, atracciones que se repiten, formas de ser que no cambian por nada. y es con esto que explicaré mi historia.

no fui un niño muy sexual que digamos. vale, fui un niño nada sexual. no es culpa de nadie, ni tiene nada de malo. me recuerdo en octavo grado escuchando a todos los varones hablar de cuanto se masturbaban, y yo nunca lo había hecho. no se porque. supongo que no le encontraba atractivo, pero estoy seguro que la razón no fue mi crianza católica, porque la misma sufrió de serias heridas desde el principio. nunca me he considerado muy cercano a dios, así que no era por miedo a su cólera. una noche decidí intentarlo, y esa es la misma historia de todas las noches. a veces pienso que mejor habría sido no intentarlo esa noche, porque desde ese entonces no pasan más de tres días sin que me autosatisfaga. se pensaría que este descubrimiento tardío iniciaría mi despertar sexual, pero no se hagan de ilusiones.

por mucho tiempo no me sentí atraído a los hombres ni a las mujeres. en el colegio se burlaban mucho de mi por ser afeminado, pero la verdad es que aunque no soy lo más macho del mundo, tampoco soy una loca histérica. creo que estoy en el mismo medio, con mis ademanes un tanto amanerados pero por lo menos no ando por ahí echando plumas. pero que valga, echar plumas no tiene nada de malo.

eventualmente me forcé a mi mismo a tener relaciones sexuales con una chica, por eso de que uno no sabe a que las cosas saben hasta que se trata. supongo que debí haber intentado con hombre primero, pero habrá sido el pudor o la inconveniencia pero no pude. salí con par de chicas, muy agradables todas. pero nada, no sentía nada durante el sexo o cuando hablaba con ellas. nada.

en ese entonces tenía un amigo gay que me sacó del clóset a fuerzas. digo a fuerzas porque no me dejó pensarlo mucho, y le dije que si. me introdujo al mundo gay y a unos cuantos de sus amigos que estaban dispuestos a enseñarme, si era que había algo que enseñar. recuerdo mi primer beso con un hombre. en la universidad que asistiría en un par de meses, en esa donde mi madre y padre eran profesores, un chico llamado vier me besó frente a mucha gente. y no recuerdo si las cosquillas que sentí eran por el, o por el hecho de que me estaban viendo, o porque nadie decía nada. pero fue lo que fue y la verdad es que ni me acuerdo de la cara de vier. javier mejor dicho, que la jodienda de vier se la inventó el para sonar mas cosmopolita. era lindo, pero no creo que más. mi amigo gay jamás se distinguió por tener amigos inteligentes o de buena conversación, a excepción de ría por supuesto.

no me he vuelto a acostar con mujeres, ya no resulta interesante someterme a eso. he tenido algunos novios después de vier, claro está. nada memorable realmente. recuerdo a uno, antonio, que era un total imbécil pero por alguna razón me gustaba mucho. rompió conmigo vía celular, una movida muy elegante de su parte. recuerdo que sus mejores amigos tenían mi edad, y eso me estaba raro porque yo tenía 19 y el 30. nunca entendí, pero ahora que conozco a freud podría especular sobre la materia, tema irrelevante a esta entrada. ¿sabían que diego fue mi novio, no una, si no dos veces? así como lo escuchan. nuestra historia fue corta pero tuvo “double-play”. diego y yo cometimos el error de pensar que porque nos queríamos (y nos queremos) mucho como amigos podíamos ser grandes novios. nada que ver; estoy seguro que he sido el peor novio que ha tenido.

pero esta entrada es sobre buscar patrones para explicar tu conducta, y quizás explicar a media porque eres gay. todos los novios y jevos que he tenido tienen algo en común: son una parte de mi personalidad bien estirada, es decir, llevada a un extremo. y por eso todo va bien pero luego siempre hay un choque inevitable, siempre hay una gran pelea. físicamente no tienen ningún parecido. o díganmelo ustedes: antonio parecía israelí; diego es y se ve puertorriqueño; james era gringo, richard era inglés. no tengo un patrón, ni un tipo. he salido con una gran gama, desde estudiantes hasta maestros hasta locutores de radio. mi relación con ellos siempre es distinta; desde hombres que nunca entiendo hasta hombres que me siento que he podido conocer.

al final, no puedo explicar porque soy gay. no lo se, supongo que podría decir que me encanta la pinga pero eso suena tan vulgar. que me gusten los hombres no es fácil, y no sencillamente porque sigue siendo un tabú social. los hombres son bien difíciles de entender. olvídate de que las mujeres dan mensajes mixtos: basta con entender que si es no y no es si. los hombres, por otro lado, nunca dicen nada, se lo quedan todo por dentro y constantemente uno tiene que estar asumiendo cosas que al final no se acercan para nada a la realidad. esa es mi experiencia con todos mis novios-rogar que me digan que pasa y luego enfrentarme a una serie de emociones de la que no tenía ni idea. tal vez es que soy malo para eso de las emociones.

no se porque soy gay, pero no hay otra forma de decirlo: me encanta la pinga.

Etiquetas:

12.10.06

rosa parks, sin el bus



todas las personas que conozco tienen la misma pregunta: ¿cómo te fue en tus exámenes calificativos? si no es mami es papi, o mi hermana, o diego, o mi mengano, o el guardia de seguridad del edificio en donde trabajo, o el conserje que limpia mi oficina. todos quieren hablar de este magno evento, más yo preferiría engavetarlo y nunca volver a pensar en esto. de todas formas, creo que eso es imposible, puesto que probablemente tenga que volver a tomar el examen en seis meses.

sí, así es, no creo me fuera bonito. puede que este exagerando pero puede que no, y sólo el tiempo, o la carta que diga el resultado, será capaz de determinarlo. y me siento como un total imbécil, hasta el punto que estoy avergonzado de mi mismo. mis colegas que han sufrido la misma suerte lo han podido tomar de mejor humor que yo, pero lamentablemente esta disposición no es contagiosa. para nada.

me siento como un idiota porque pasé la semana pasada preparándome para todas las preguntas que pudieran tener. analicé cada oración de mi propuesta de investigación, y saqué una lista de más de quinientas preguntas que ellos podían tener. y las contesté, y por consiguiente me sentía listo. no me preguntaron ninguna de estas preguntas, y cada vez que se asomaban a una de ellas, como veían que las podía contestar, me mandaban a callar. que injusto.

lo peor es que mi comité estaba encabezado por el hombre más detestable de la faz de la tierra. el ruso, para proteger su identidad, siempre me ha mirado por encima del hombro por, en términos básicos, ser menos blanco que el. el ruso siempre me ha dejado claro que si hubiera sido por el, yo no estaría en el departamento. el ruso cree que yo debería estar limpiando baños con mis padres, probablemente su baño de blancos. pero yo me rehúso a sus insistencias, y peor aún, me compro mi ropa en la misma tienda que el entiende que es exclusivamente blanca. y yo fui la naca atrevida que se atrevió a decirle que su tratamiento estadístico-mecánico del flujo laminar, esa ecuación que escribía en la pizarra para luego llenarse el pecho de aire y jactarse de su inteligencia, incorrectamente asumía independencia de la temperatura. que atrevido, que el conserje latino le corrija la físico-química a un ruso brillante frente a los otros estudiantes graduados blancos.

y la verdad que el no es el único que es así en la facultad. casi todos son así, porque la verdad es que yo soy un experimento: el primer estudiante latino de la facultad. en más de un siglo de química, soy el primero que viene del tercer mundo hablando español que les dice yo quiero. y ese fue mi error, juntarme con estos blancos riquitos clasistas juega golf. y mi error fue tratar de demostrarles algo, porque ellos me tenían de las bolas en primer lugar.

claro, nadie me entiende, y no está demás, porque yo encajo muy bien en el perfil de latino burgués, y en gringolandia la gente está de pláceme con las minorías después que sean burguesas. pero no el ruso, porque el se cierne por reglas antiguas. y como rosa parks, ahora me tengo que quedar sentado y negarme a moverme. pero ya llevo en un año en esas y estoy exhausto.

en el caso de reprobar este examen, siempre lo puedo volver a tomar. pero me pregunto si tendrá que ver algo conmigo y no mi inteligencia, y esa duda nadie me la quita.

Etiquetas:

el romance



el romance, esas miradas que me dabas en los restaurantes cuando simplemente salíamos juntos. el romance, esa primera vez que me tomaste de la mano en público. el romance, la ternura y tranquilidad de tus gestos a mi alrededor. el romance, eso que probablemente ya no tenemos, esa pequeña emoción que se nos ha escapado seis meses después.

no era fanático del romance hasta que tu llegaste. siempre me he querido negar al cliché, a la idea de que yo hago las cosas como los demás. pero me miraste con tus ojos azules y la cosa se puso bien distinta. de repente era yo el que te quería tomar de la mano, el que te besaba en público, era yo el que pensaba que no había nadie en la multitud, sólo eras tu y no podía ver más que eso.

seis meses después, el romance que teníamos se nos ha oxidado, envejecido. tal vez es el frío, o el cansancio, o que de repente las cosas no nos están saliendo muy bien. eso diría cualquiera que nos mira rápido. pero yo se más. yo se lo romántico que es que me dejes dormir los sábados hasta el mediodía, aunque tu te levantas a las ocho. se que yo me levanto más temprano porque tu ya estás por ahí, un tanto aburrido. romance es el desayuno que me haces y me está esperando. romance es pasear los perros contigo, aunque haga frío. romance es que dejaste de pedirme que dejara de fumar. romance es que me hagas reír cuando me siento mal, y mejor aún, que me enseñaras que no es malo llorar.

y a veces nos tomamos de la mano, pero ya es tan usual que ni me doy cuenta. tal vez ya no puedo soplarte dandelions en el rostro, como tanto me gustaba, pero de vez en cuando te peino las cejas, mirándote a los ojos.

el cliché mas grande es saber que aunque no tengo mucho, te tengo a ti.

Etiquetas: