23.10.06

en otoño



levantarme temprano porque no puedo dormir, y sentirme cansado pero no tantísimo. el desayuno consiste de tostadas con mermelada de fresa y un café. vestirme con unos jeans y una camisa, una bufanda, botas y una chaqueta. caminar a la universidad mientras fumo, y se me antoja otro café en el camino. llegar al laboratorio para mirar células todo el día, con alguna sinfonía de bach de música de fondo. estar aburrido. no almorzar. tomarme otro café a eso de las tres. perderme. sentirme tonto. teniendo ganas de dejar la escuela graduada. algún seminario insignificante antes de llamar al día día. caminar a casa por el camino largo. pasar por la barra de la universidad, ver a jóvenes reír mientras se emborrachan. recordar que soy joven, por más cansado y derrotado que me sienta. pasear los perros. leer todo la noche en el café de los estudiantes graduados. preguntarme porque no me puedo sentir parte de este estilo de vida. volver a casa, y llorar en la ducha sin razón aparente. una copa de vino mientras leo mis últimas páginas. irme a dormir sabiendo que el día siguiente todo será igual, para mi desgracia.

eso es el otoño.

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1 Comments:

At 6:22 p. m., Blogger Ismael Carmona García said...

Hermoso y certero anacoluto. Tan sólo decirte que esa monotonía no es expresamente del otoño, si no de las otras tres estaciones y a menudo durante varios años consecutivos.

 

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