11.5.06

mecánica cuántica para monigotes

-para la chilena*. no te conozco, más este es tu regalo de despedida. ¿quién me va a cuidar a ría ahora?



hace poco asistí a una fiesta en dónde muchos extraños hablaban de gasofia no interesante para entretener a extraños más gasóficos todavía. la gente siempre habla de las cosas más estúpidas del mundo en estos encuentros sociales: lociones de cabello, remedios para el acné o posiciones sexuales que me dan ganas de bostezar. fue ahí que se me ocurrió que yo, al igual que ellos, podía hablar de algo que a nadie le interesaba. sin embargo, recurrí a un tema que a mi parecer no es tan oscuro: la mecánica cuántica. por supuesto, todos se me quedaron mirando con la expresión más horrorosa del mundo, mitad “¿de qué carajo tu hablas?” y mitad “pero yo pensaba que los patos no hablaban de cosas profundas…” fue ahí que entendí que usted también (si, usted, el mengano o mengana que lee mi diarrea cerebral) no sabe nada de la mecánica cuántica. pero no se preocupen, mi vello púbico. aquí les presento con una excelente lista de alegorías y símiles que facilitaran su entendimiento. es mi obligación si pretendo llamarme un químico bioorgánico y biofísico. al final, se darán cuenta que los electrones son como gente, pero chiquitos. bien chiquitos.

a continuación presento algunos de los principios básicos de esta disciplina, y trataré de explicarlos de la forma más simple posible.

1. la energía está cuantizada.
son muy pocas las ocasiones en que uno puede hacer lo que le venga en gana. sí, lo se, apesta. pero no se sientan tan mal: los electrones sufren de la misma mala suerte. ninguna transición (y no estoy hablando de dragas) puede ocurrir si no se tiene suficiente energía: no más ni menos. la energía está cuantizada: o la tienes o no la tienes; nada de que tengo un poquito o me sobra algo. la tienes que tener exacta.

2. dualidad onda-partícula
hay días que te sientes de una forma, otros días de otra. a veces eres mujer, a veces hombre (diego sufre de ese problema, pero sufrir no es el verbo adecuado). a veces te sientes gordo, a veces flaco. a veces estás encojonao’, otras veces estás feliz. los electrones son iguales: a veces son ondas, a veces partículas. lo interesante del caso es que los electrones pueden ser partículas y ondas a la misma vez. son como transgéneros subatómicos, o tal vez debería decir subatómicas.

3. principio de incertidumbre de heisenberg
a veces estamos y a veces no. que jodienda, nunca se puede saber que es la que hay. los electrones son iguales: si sabes dónde están, no sabes su moméntum. si sabes el moméntum, no sabes la posición. igual que la gente; si sabes algo de alguien es porque te está escondiendo otra cosa. nunca lo vas a saber todo. lo más interesante de este asunto es que para saber algo, tienes que alterar un sistema. alterarlo significa que la medida que obtengas no revela un estado real, si no uno infinitesimalmente separado del estado que te interesa. cuán infinitesimal, no lo sabes. a veces lo puedes aproximar, pero solo eso. igual que la gente. si metes el dedo y preguntas, la contestación que vas a obtener no es del todo honesta, porque metiste el dedo. sin embargo, existen ocasiones en donde meter el dedo es bueno. buenísimo. a heisenberg le dieron un doctorado en física por esta idea; su tesis tenía diez páginas. dónde obtuvo su doctorado, no lo se. pero yo me apunto. con mi idea del “dedo bueno” me tienen que otorgar un grado, eso es seguro.

4. efecto túnel
lo gente se revela, y al final hace lo que le da la gana. esto sólo funciona a veces. los electrones pueden cruzar barreras de energía si su potencial es inferior al de la barrera. este es el efecto túnel. por favor, no sea vulgar y piense que los electrones caminan a través de paredes. si lo hace, fracasará todos los cursos de física química que se proponga tomar luego de leer esto.

estoy seguro que la chilena* es la única que encontró esto gracioso. cuídate mucho, y no te fíes de nadie en baltimore. te recomiendo un arma de fuego para cuando vayas a hacer la compra.

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