12.4.06

LA puerta roja


cuando hago algo, dejo de hacer otras cosas. cuando salgo, no estoy; cuando estoy no salgo. hay un mundo de cosas que no se, de gente que no conocí, de experiencias que no tuve. no fue mi decisión. quise hacer algo más, pero eso no significa que no quería hacer lo otro. no sabía que era una opción; y aún hoy, cuando escribo, no se si en verdad es una opción. sólo me lo puedo imaginar. cuando una puerta se cierra, otra se abre. este teorema tiene un axioma lógico del que nadie habla: cuando una puerta se abre, muchas otras se cierran. la tragedia es no ver las otras puertas, que aunque rojas escapan mi campo visual. ¿cómo vivir correctamente, si no puedo ver LAS puertas rojas, si no tan solo LA puerta roja? y aún cuando la veo, no se qué hay detrás de ella. abrirla es lanzarme al vacío, y me gustaría poder escoger entre los tantos vacíos que hay. ¿pero qué más da, si no se nada de ninguno de ellos? el mundo es infinito, olvida el universo. jamás sabré algo lo suficientemente importante; todo es infinitesimal. el pensamiento es tan triste que me dan ganas de morirme; más si es así sabré mucho menos. mi castigo será quedarme aquí esperando algo que me contradiga, sabiendo claro está, que nunca va a llegar.

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