9.6.06

sobre como las sopas maruchan cambiarán tu vida




-a diego, esa amiga que no es mujer pero es amiga. no se que haría sin ti.


¿harto de tu vida? ¿te sientes gordo, feo, con un marido que ni te mira? ¿los pagos de la hipoteca te tienen hasta la coronilla, y estás más pelao’ que el culo de un mono? ¿ tu nueva versión de diversión es alquilar pelis en la tienda de la esquina, por que no tienes dinero para más? suena a que usted sufre de un síndrome llamado dieguitis. pero no se preocupe compadre, que su problema no es difícil de resolver.

a diego le pasó lo mismo. lo más difícil de la dieguitis es que las personas que la sufren no se dan cuenta. están tan acostumbradas a su situación que no ven ningún problema, aunque sus amigos (yo en este caso) constantemente les exhortan a reevaluar su situación.

lamentablemente, el primer paso para superar la dieguitis suele ser doloroso. en el caso de diego, el marido que no lo miraba su puso pendejo y rompió (bien vagamente) con el. el chico estaba devastado, y se consiguió un apartamento cerca del mío, cerca de la uni. ese fue el primer paso: salir de los malditos suburbios. muchas noches de soledad, de extrañar, sigueron. pero lo cosa se tenía que poner mejor.

en un intento desesperado de ahorrar dinero, diego limitó su dieta a sopas maruchan. todos las hemos comido, y la verdad es que no son malas. vienen en muchos sabores, como camarón, pollo, carne y vegetales. también tienen wonton, mi sopa favorita. y hasta te puedes poner original, como diego, que a veces les quitaba el agua y les ponía mayonesa a los fideos (todos tienen permiso de ir a vomitar ahora) y de esta forma hacía pasta. poco sabía diego que esta comida de estudiante pobre sería su salvavidas, lo que lo sacaría de la miseria.

casi dos meses después, diego es otro. ha perdido como quince o veinte libras, y se siente delgado y atractivo otra vez. las maruchan son tan baratas que ahora tiene dinero para salir a barras, beber y bailar, cosa que a el le encanta. en este proceso ha conocido a un millón de machos, y ahora tiene un novio que nos recuerda a un colega de bachillerato. ¿dónde quedó el marido? le pregunté. me dijo que se lo llevó el viento.

la dieguitis no solo se cura con sopas maruchan. se necesita, también, mucha música de cher, britney y cristina (según diego, yo no estoy muy convencido de esto). también se necesitan amigos. lamentablemente, yo he estado algo ocupado con la uni y mi mengano, así que no le pude dedicar tanto tiempo a diego como el se merecía. perdón diego. sin embargo, siempre hablamos por teléfono, y siempre nos fumamos al menos dos cigarrillos juntos. diego pudo contar con otra gente en este proceso, como la loba loca y su roomate.

diego, estoy orgulloso de ti. y si, tu novio tiene la cabeza grande, pero te trata bien y eso es lo importante. claro, que eso lo digo yo, que tengo un macho fenomenal (sabes que es bromita querido). y si, tenemos que jangear en donde los chicos siempre serán chicos muy pronto.

lo mejor es saber que no solo estás bien, si no que estás “bien bueno”.

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