1.6.06

sobre grandes (pequeñas) importantes (estúpidas) argumentos (peleas)


lo se, lo se, no he escrito hace tiempo. pero permítanme decirles que los he extrañado. he estado ocupado desde el domingo pasado en lo mismo: pelear y arreglarme con mi mengano.

los detalles de la colosal batalla resultan irrelevantes, en parte porque fue un desacuerdo fuera de tiempo y en parte porque como ya nos arreglamos, ya no me acuerdo muy bien de que pasó. tengo algunas memorias de estar molesto y triste, de extrañarlo a mitad de la noche, de recordar lo rubio que es.

el argumento no fue tan importante, pero eso es una mentira. fue importante en su momento, y aunque ahora no lo es tanto, me abrió los ojos a cosas que yo ya sabía pero quería ignorar. como todo en mi vida, no es sobre lo que es, es sobre lo que significa, o como ría diría, sobre mi dramatización de la realidad para convertirla en una novela de las hermanas brontë. sólo los maricones y las mujeres desesperadas leen libros como jane eyre y wuthering heights, quién más se molestaría con novelas victorianas. pero a mí me encanta.

antes de saberlo, estábamos peleando de la forma más pasivo-agresiva que he visto (y miren que yo soy el experto en ser pasivo-agresivo). y como diría mi hermana, a los quince minutos ya estaba en “elizabeth taylor en who’s afraid of virginia woolf? mode”. la loba loca, como dice diego. y el también se puso pendejo, insoportable. o eso creo yo. pero al fin y al cabo, la percepción de la realidad de mis lectores depende solamente de mí. así que yo mando, y digo que el estaba pendejo e insoportable.

lo más triste fue saber que no lo conozco, y que jamás lo conoceré. tan solo me puedo aproximar a quién es el, pero jamás lo sabré todo. el tampoco me conocerá, y al final nunca estaremos juntos. existe un teorema matemático que dice que dos objetos nunca podrán estar juntos, ya que los separa una distancia. esa distancia es infinita, y si la divides en pedazos más pequeños, esos pedazos también serán infinitos. ni tan siquiera se lo que piensa.

el universo nos separa.

no nos vimos en unos días. pensé que estaba perdido, muy john milton de mi parte. pero hoy lo vi. y me pidió perdón, y yo le pedí perdón. y me sorprendí a mi mismo siendo paciente, aunque no muy eficientemente, por primera vez en mi vida. tengo que aceptar que no lo hice yo solo. ría, como siempre, me analizó. lo escribí en un papelito y lo comparto con ustedes:

“la paciencia es una virtud, y si esperas que la tengan para contigo, tienes tu que tenerla también. eres muy moody y eso no le gusta a nadie. sólo te lo aguantamos tu papa, tu mama, tu hermana y a veces yo. eso no lo vas a cambiar, vale. la persona que este contigo tiene que quererte así, pero -TE TENGO UNA MALA NOTICIA- no puedes ser tan caprichoso. También te voy a hacer una recomendación (que yo misma no sigo mucho): do not overanalize and don't be dramatic.”
-ría, la sabionda

ya todo está bien, y saben, el es más rubio de lo que recordaba.

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