27.6.06

pride, 2006 (y siempre)





“where my gays at?”
-kathy griffith

¿cuál es el punto de ser maricón si no lo celebras? eso me dijo diego, hace algunos años, ante mi actitud de hombre gay grunge. nunca me he sentido muy identificado con el mundo gay: las barras gay me aburrían, los programas gay eran estúpidos, los hombres gay sólo servían para acostarse con ellos. todo en pasado. desde que llegue a la ciudad del viento, creo que soy más maricón que nunca, para el descanso de diego y muchos otros que estaban preocupados por mi. ¿qué me pasaba? no lo se. creo que tiene que ver mucho con mis problemas de autoestima: rechazaba la comunidad gay porque me sentía que no sería aceptado. me sentía gordo, feo, estúpido, sin ningún tipo de clase o “chifón”. pero me harté de la situación, y me puse en dieta maruchan cuando me mudé. y de repente, era atractivo. les digo, y no miento, que las maruchan son lo mejor que ha pasado desde los mahones de diseñador. son un éxito, todo un palo por menos de un dólar.

un año, o casi uno, ha pasado desde que renací. he tenido muchos altos y bajos, muchos hombres que han ido y venido, muchos que me hubiera gustado que no se fueran. me fui muchas veces, y descubrí lo divertido que puede ser estar tan seguro de ti mismo al punto que sabes que mereces más. soy inteligente (aunque con algunas limitaciones) y hasta me considero atractivo (con reservas, que las maruchan no dan terapia emocional). que mejor manera de celebrarlo que el pride fest, cuando todos, y me refiero a nosotras las chicas que no somos chicas, nos tiramos a la calle, y le enseñamos al mundo lo fabuloso que es ser gay.

ser homosexual no es tan fabuloso como parece en la tele. todavía la gente nos mira como menos, o como bufones graciosos que hacen cucas monas. no nos dejan casarnos, ni tener hijos. y aunque reconozco el esfuerzo de todo el mundo por aceptar, y hasta celebrar, considero que nos falta mucho. sin embargo, confío en que algún día, seremos iguales. hemos trabajado mucho, y nos lo merecemos.

pero me imagino que no están interesados en mis cursilerías, pero en cómo me fue en la parad gay.

me fue fabuloso. la pasé tan bien con mis hermanitas. y tantos hombre me miraron, con lujuria y deseo, que casi me muero. me agarraron las nalgas veinte veces, y me pellizcaron las tetillas cuatro veces. esos son números verídicos. mi pobre novio se sintió tan ofendido de que le faltaran el respeto a su presencia que se quiso ir temprano. pero no, yo estaba ahí, y no me iba para ningún lado.

en algún momento de la velada, un amigo de mi mengano dijo que el desearía que todos los fines de semana fueran de pride. poco el sabe que, de ahora en adelante, todos mis días serán de pride. por fin me siento parte de esta comunidad, y me siento muy orgulloso de esto. y más aún, porque me siento orgulloso de mi mismo, y eso es lo más importante.

la parada se habrá acabado, pero yo acabo de empezar.

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¿quién es cristóbal?

según ok cupid, este soy yo, la descripción es bastante acertada, y eso me molesta. no se que pensar ahora.




Hand-Raiser

You are 85% Rational, 57% Extroverted, 42% Brutal, and 14% Arrogant.

You are the Hand-Raiser, that annoying kid in class who always had an answer for everything. No doubt, as a child you probably sat in the front of the class, anxiously waving your hand back and forth in the air while your teacher desperately tried to avoid calling on you because you were the ONLY fucking kid that answered her questions. Clearly, the key traits of your personality are your rationality and your extroversion. You are like a little talkative calculator, in other words. You also tend to be rather gentle and less arrogant than most people. Your presence is a bane to everyone's existence, because you are too nice for your own good and you absolutely will not shut up. So what is your defect, then? Well, you're boring, and when you're not boring, you are just plain annoying with your ultra-logical responses and constant need to talk to others. So keep waving that hand in the air, son. I'm still not calling on you. You are too logical, you talk too much, and your humility and gentleness only makes me hate you more, because they make me feel like I almost SHOULDN'T hate you. But I do. Big time. And by the way, the more you wave your hand in class--your extended hand becoming nothing more than a blur as you insanely wave it, thinking we can't see it--the more smug satisfaction the teacher takes in watching the look of excrutiating pain cross your face as you agonize over not being called on, and the longer we'll wait to call on you, just because we absolutely love torturing you so.

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23.6.06

let’s get physical



este año ha sido uno de entrenamiento básico en ser gay. es la primera vez en mi vida que soy libre del todo, de hacer lo que me de la gana cuando me de la gana. y eso me encanta.

recientemente, añadí un nuevo componente a mi rutina de hombre homosexual: ir al gimnasio. cualquiera que me conoce sabe que eso es un gran acontecimiento, porque yo detesto ejercitarme. pero la verdad es que me siento obeso después de llevar la rutina de follar y comer que llevo con mi mengano. además, finalmente tengo el tiempo para ir al gimnasio, así que porque no. claro está, antes de ir corrí a las tiendas para comprarme nuevas zapatillas deportivas e indumentaria; no me gusta la idea de hacer algo con ropa fea.

he descubierto muchas cosas desde que empezé a ir al gimnasio. los hombres, supongo heterosexuales porque son la mayoría, no tienen ningún pudor: se desnudan frente a cualquier hombre. creo que esto parte de la premisa que “todos aquí somos hombres”, pero disculpen, también hay maricones. ¿no les preocupa que los liguen, que los miren con lujuria? a mí me da igual, puesto que puedo mirar, con cautela por supuesto, todo lo que quiera. es, como me dijo mi mengano, un “free show” cada vez que voy. y eso me gusta.

sin embargo, en muchas ocasiones se ven cosas que uno no quiere. los otros días me topé con un hombre, pasado sus sesenta años, desnudo. ¡YO NO QUERIA VER ESO! a ese hombre, todo le colgaba, menos lo que le tenía que colgar. parece que hay una edad en la que tu cuerpo, que aunque tal vez un poco obeso está recogido, delimitado, se derrama. no existen límites para tus carnes, y pareces una vela que se está derritiendo. me parece también que en ese momento, como si no fuera suficiente, tu pene se encoge y esconde, como para compensar por el derrame de otras áreas. nunca me he considerado muy atractivo físicamente, pero después de ese horroroso escenario, creo que estoy más bueno que nunca.

la sorpresa de esta situación me la lleve ayer, cuando descubrí a un hombre (que no estaba nada mal, de hecho estaba buenísimo) mirándome mientra me duchaba y sonriendo. cuánto hubiera dado por llevarmelo enredao’, pero tengo novio y no se puede. rayos. me siguió con lo ojos hasta que me fui. tal vez ese es el atractivo del gimnasio, para hombres heterosexuales y homosexuales: tener un foro para exhibirte y saber que estás siendo deseado en secreto, o tal vez muy obviamente.

cuando me fui del gimnasio, el tipo se me acercó y me dió su número. le gustó lo que vió. me despedí de el y a la cuadra boté el papel con el número. no quiero ser tentado.

al final, sólo somos hombres, nada más.

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21.6.06

técnica de venganza para conocidos con los cuáles has mantenido contacto sexual

UN PROTOCOLO REVOLUCIONARIO, BASADO EN SENTIMIENTOS CLÁSICOS DE RENCOR Y FACILITADO POR LA MÁS RECIENTE TECNOLOGÍA


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13.6.06

taxi driver

los taxis resultan convenientes, especialmente si detestas conducir, igual que yo. tuve que conducir en mi país de origen, por necesidad, ya que este no tiene un sistema de transportación pública eficiente. existen menganos y menganas que me llevarían la contraria, pero que saben ellos. mi sistema de transportación pública favorito es el de la ciudad que nunca duerme, que te lleva a todas partes, 24 horas al día. el de la ciudad del viento no está tan mal, pero hay que tomar el autobús siempre, y eso no me gusta tanto.

pero esta entrada es sobre los taxis. cuando se está en un área nueva, saliendo de una barra a las 4 de la mañana con un jevo que conociste hace un par de horas, o simplemente cuando se quiere hacer una entrada que impacte (porque bajarte del bus no impacta a nadie) se recurre al taxi. o en mi caso, te encuentras en otro estado del midwest para presentar tu investigación (o todos tus atentos fallidos de obtener data) con anticipación de 48 horas. no me pude preparar bien, así que tome un taxi a mi destino.

los taxistas, a nivel de la gran nación estadounidense (y eso es sarcasmo), comparten una serie de características, aunque no comparten una nacionalidad común. existen muchos tipos de taxistas, y la gama de personalidades que los taxistas adoptan se puede correlacionar con el número de pasajeros que llevan. si vas solo, la mayoría de los conductores te quieren hablar, no porque tengan algo que decirte, sino porque se sienten en la obligación. si vas en grupo, usualmente llevan la oreja pará’ para informarse de los últimos detalles de tu vida sexual. y si son tantos que alguien tiene que ir al frente, usualmente le montan conversación al pobre mentecato que tuvo que asumir esa posición. la plática siempre es la misma: de dónde eres, a dónde vas, que vas a hacer ahí.

resulta interesante cómo siempre que un grupo va en un taxi, estos se liberan de sus inhibiciones y hablan de lo que sea, especialmente de sexo. he tenido conversaciones sobre la logística del sexo anal, los water sports, cuál es el atractivo del fisting, y tomar viagra antes de “conestarse con un macho” (pregúntele a diego si no entienden esta expresión). y el chofer nunca dice nada, pero va con una sonrisa de cuajo a cuajo, como quién dice “estos maricones están al garete”.

el problema es cuando quieren hablar. no soy una persona que hable con extraños, al menos que me quiera acostar con ellos. y aún en estas instancias, la plática es bien limitada, usualmente a frases como sí, tienes condones, dónde vives, cuándo nos vamos. los pocos amigos que tengo son conocidos de otros amigos (diego) o persistieron hasta que les hablé (ría, sloan, rafo, zácaro). me desquicia cuando la gente me quiere hablar, básicamente porque no me interesa hablar con ellos. si me interesara, habría iniciado la charla. pero el taxista de hoy quería hablar, y especialmente de cosas que no se, como apostar a caballos, hip-hop y ropa von dutch. tengo que aceptar que fue mi culpa. tenía dos opciones en mi hotel: un hindú al que no le entendía ni papa o esta chico. late twenties, tatuajes en lo brazos, aro en la nariz, gorra von dutch, mahones diesel, barba, cigarrillo en mano, rubio de ojos azules con el pelo un poco largo. CRISTOBAL’S CHOICE. vaya papi, soy tuyo cuando quieras. así que me fui con el, basado en su atractivo (que todavía me atormenta) y creyendo que lo entendería mejor, pensando que era americano. pero no lo era; es ruso. llegó a eua con una ciudadanía tipo bombó cubano, pero en equivalente ruso. me dijo que lo primero que hizo aquí fue ir a una barra y acostarse con una “blonde babe”, esto dicho en el acento ruso más indescifrable que he escuchado. luego me habló de que ha multiplicado su dinero apostándole a los caballos, lo cuál explicaba su indumentaria de diseñador. me dijo que los tatuajes se los hizo en rusia.

y yo solo quería que me diera “astabajo”.

ese cabrón, que mucha mierda habló. estaba tan distraído que se perdió en el aeropuerto. y yo solo quería, como dije anteriormente (y recalco) que me diera “astabajo”. por fin llegamos, y se bajó a ayudarme con mis paquetes, que por primera vez en mi vida no son muchos. que nalgotas. ese hombre era mandado a pedir.

solo había un pequeño problema: vino con cuerdas vocales. a esos hombres los deberían hacer mudos, o limitar su vocabulario a dirty talk. no me quiso aceptar la propina, diciendo que lo escuché y eso era lo que el quería. quise preguntarle que me podía dar con la propina, pero la decencia me detuvo. y me despedí de el, diciéndole gracias es ruso. aprendí esa palabra en sex and the city. lo dejé con una sonrisota, de cuajo a cuajo.

los hombre rusos (mudos o sólo capaces de dirty talk) me encantan.

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9.6.06

sobre como las sopas maruchan cambiarán tu vida




-a diego, esa amiga que no es mujer pero es amiga. no se que haría sin ti.


¿harto de tu vida? ¿te sientes gordo, feo, con un marido que ni te mira? ¿los pagos de la hipoteca te tienen hasta la coronilla, y estás más pelao’ que el culo de un mono? ¿ tu nueva versión de diversión es alquilar pelis en la tienda de la esquina, por que no tienes dinero para más? suena a que usted sufre de un síndrome llamado dieguitis. pero no se preocupe compadre, que su problema no es difícil de resolver.

a diego le pasó lo mismo. lo más difícil de la dieguitis es que las personas que la sufren no se dan cuenta. están tan acostumbradas a su situación que no ven ningún problema, aunque sus amigos (yo en este caso) constantemente les exhortan a reevaluar su situación.

lamentablemente, el primer paso para superar la dieguitis suele ser doloroso. en el caso de diego, el marido que no lo miraba su puso pendejo y rompió (bien vagamente) con el. el chico estaba devastado, y se consiguió un apartamento cerca del mío, cerca de la uni. ese fue el primer paso: salir de los malditos suburbios. muchas noches de soledad, de extrañar, sigueron. pero lo cosa se tenía que poner mejor.

en un intento desesperado de ahorrar dinero, diego limitó su dieta a sopas maruchan. todos las hemos comido, y la verdad es que no son malas. vienen en muchos sabores, como camarón, pollo, carne y vegetales. también tienen wonton, mi sopa favorita. y hasta te puedes poner original, como diego, que a veces les quitaba el agua y les ponía mayonesa a los fideos (todos tienen permiso de ir a vomitar ahora) y de esta forma hacía pasta. poco sabía diego que esta comida de estudiante pobre sería su salvavidas, lo que lo sacaría de la miseria.

casi dos meses después, diego es otro. ha perdido como quince o veinte libras, y se siente delgado y atractivo otra vez. las maruchan son tan baratas que ahora tiene dinero para salir a barras, beber y bailar, cosa que a el le encanta. en este proceso ha conocido a un millón de machos, y ahora tiene un novio que nos recuerda a un colega de bachillerato. ¿dónde quedó el marido? le pregunté. me dijo que se lo llevó el viento.

la dieguitis no solo se cura con sopas maruchan. se necesita, también, mucha música de cher, britney y cristina (según diego, yo no estoy muy convencido de esto). también se necesitan amigos. lamentablemente, yo he estado algo ocupado con la uni y mi mengano, así que no le pude dedicar tanto tiempo a diego como el se merecía. perdón diego. sin embargo, siempre hablamos por teléfono, y siempre nos fumamos al menos dos cigarrillos juntos. diego pudo contar con otra gente en este proceso, como la loba loca y su roomate.

diego, estoy orgulloso de ti. y si, tu novio tiene la cabeza grande, pero te trata bien y eso es lo importante. claro, que eso lo digo yo, que tengo un macho fenomenal (sabes que es bromita querido). y si, tenemos que jangear en donde los chicos siempre serán chicos muy pronto.

lo mejor es saber que no solo estás bien, si no que estás “bien bueno”.

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1.6.06

sobre grandes (pequeñas) importantes (estúpidas) argumentos (peleas)


lo se, lo se, no he escrito hace tiempo. pero permítanme decirles que los he extrañado. he estado ocupado desde el domingo pasado en lo mismo: pelear y arreglarme con mi mengano.

los detalles de la colosal batalla resultan irrelevantes, en parte porque fue un desacuerdo fuera de tiempo y en parte porque como ya nos arreglamos, ya no me acuerdo muy bien de que pasó. tengo algunas memorias de estar molesto y triste, de extrañarlo a mitad de la noche, de recordar lo rubio que es.

el argumento no fue tan importante, pero eso es una mentira. fue importante en su momento, y aunque ahora no lo es tanto, me abrió los ojos a cosas que yo ya sabía pero quería ignorar. como todo en mi vida, no es sobre lo que es, es sobre lo que significa, o como ría diría, sobre mi dramatización de la realidad para convertirla en una novela de las hermanas brontë. sólo los maricones y las mujeres desesperadas leen libros como jane eyre y wuthering heights, quién más se molestaría con novelas victorianas. pero a mí me encanta.

antes de saberlo, estábamos peleando de la forma más pasivo-agresiva que he visto (y miren que yo soy el experto en ser pasivo-agresivo). y como diría mi hermana, a los quince minutos ya estaba en “elizabeth taylor en who’s afraid of virginia woolf? mode”. la loba loca, como dice diego. y el también se puso pendejo, insoportable. o eso creo yo. pero al fin y al cabo, la percepción de la realidad de mis lectores depende solamente de mí. así que yo mando, y digo que el estaba pendejo e insoportable.

lo más triste fue saber que no lo conozco, y que jamás lo conoceré. tan solo me puedo aproximar a quién es el, pero jamás lo sabré todo. el tampoco me conocerá, y al final nunca estaremos juntos. existe un teorema matemático que dice que dos objetos nunca podrán estar juntos, ya que los separa una distancia. esa distancia es infinita, y si la divides en pedazos más pequeños, esos pedazos también serán infinitos. ni tan siquiera se lo que piensa.

el universo nos separa.

no nos vimos en unos días. pensé que estaba perdido, muy john milton de mi parte. pero hoy lo vi. y me pidió perdón, y yo le pedí perdón. y me sorprendí a mi mismo siendo paciente, aunque no muy eficientemente, por primera vez en mi vida. tengo que aceptar que no lo hice yo solo. ría, como siempre, me analizó. lo escribí en un papelito y lo comparto con ustedes:

“la paciencia es una virtud, y si esperas que la tengan para contigo, tienes tu que tenerla también. eres muy moody y eso no le gusta a nadie. sólo te lo aguantamos tu papa, tu mama, tu hermana y a veces yo. eso no lo vas a cambiar, vale. la persona que este contigo tiene que quererte así, pero -TE TENGO UNA MALA NOTICIA- no puedes ser tan caprichoso. También te voy a hacer una recomendación (que yo misma no sigo mucho): do not overanalize and don't be dramatic.”
-ría, la sabionda

ya todo está bien, y saben, el es más rubio de lo que recordaba.

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