breves sobre la perfección

la perfección es uno de los pilares primordiales de la logística cultural norteamericana. más que un pilar, es una meta, una motivación, lo que verdaderamente mueve a todos todos los días. la perfección es algo que nunca me ha interesado, será porque desde pequeño las monjas me recordaban que dios era el único perfecto. jamás alcanzó a ser un ideal pivote de mi psiquis; si hay algo de lo que vivo consciente, y no para contrarestarlo, es de las muchas imperfecciones de carácter que poseo.
en el laboratorio botaron a una de las colegas por imperfecta. bueno, no sólo por imperfecta, pero también por irresponsible. pero desde mi ángulo particular, ella fue despedida, en gran medida, por sus imperfecciones.
la chica en cuestión prometía mucho en el inicio. la recuerdo siempre con una sonrisa, una palabra afable, un experimento prometedor. más algo pasó, porque al final era una irresponsible, con un sarcasmo molesto y ni tan siquiera hacía el esfuerzo de algo.
su partida del laboratorio se veía desde hace mucho, más nunca pensé que su ausencia se materializara tan rápidamente. y no se porque me sorprende, porque las cosas siempre pasan así, de un día para otro.
mis colegas de investigación comenzaron una cazería en donde ella era la víctima desde el viernes pasado. y de repente, su ausencia no se sintió como se sentía siempre, si no pesada, como un aire viscoso que no te puede entrar en los pulmones. y desde ese entonces, no se por qué, me embraga un sentimiento de duda, una hiperconciencia del carácter de la gente que me rodea, es decir, siento en mi piel como la gente es implacable, sin más.
no pretendo que sus irresponsabilidades sean perdonandas por el pretexto de problemas personales. yo también he tenido grandes problemas dentro de mi, más siempre vengo a trabajar, siempre hago lo que me toca. me parece que ser responsable y ser perfecto son dos discursos que no son simbióticos. más a nadie le interesó saber que podía estar motivando su reciente racha de imperfección. y cuando sugerí, frente al grupo, que tal vez ella tenía un problema personal que la tenía afectadísima, no hize más que autorizarles a maquinar chismes. eso, al día de hoy, me hace sentir culpable. yo sólo quería cambiar el ángulo de discusión a uno más humano, y probablemente eso fue lo que hize.
los norteamericanos, cuando no pueden ser perfectos, se esconden detrás de la máscara. eso nunca me ha interesado. si estoy de una forma, si soy de una forma, no encuentro razón para esconderlo. y probablemente eso le pasó a ella: se cansó de la máscara y se mostró como ella era, o como ella se sentía. y nadie toleró esa movida.
tengo miedo, porque ahora, como dije antes, estoy conciente de los mountruos enmascardos que me rodean. y yo, que siempre me he sentido que el gran derrumbe está a la vuelta de la esquina, me tendré que enfrentar con mis pormenores y batallar contra los enmáscarados, como un héroe medieval que muere al final de la obra.
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