la dolce primavera

el viernes el coat me picaba. llegué al laboratorio que parecía que había corrido un maratón de lo sudado que estaba.

el sábado hasta el suéter me dio calor. me lo quite y me sorprendí sintiéndome desnudo porque solo tenía la camisa y los mahones, sin suéter, sin coat, sin bufanda, sin guantes.

el domingo me puse mi traje de hilo y una camisa blanca. fui al laboratorio temprano y me encontré con el mengano y amigas para brunch. me tomé como ocho cafés. bajé el rush caminando por la ciudad con un novio gracioso.

regresé a casa guiando el convertible con la capota abajo, fumándome un cigarrillo blanco que combinaba con mi ajuar. en el lago todos estaban afuera, riéndose, caminando, enseñando carnes que hacía tiempo no se veían.

y me sentí joven, todo un marcello mastroianni viviendo la dulce vida en la ciudad de los vientos. no me había sentido tan joven en años. fue cuando me di cuenta que este invierno me afectó más de lo que yo pensaba.

bienvenida primavera.